lenguaje
electoral
En cada profesión, en cada oficio y en cada actividad
de la vida cotidiana, hay un grupo de términos y expresiones que las identifican. Las ciencias médicas, la
jurídicas, económicas y de otra índole, poseen
lo que se denomina argot, que es el lenguaje específico utilizado por personas que comparten unas características
comunes por su categoría social, profesión, procedencia, o aficiones. Los
términos del beisbol, como es lógico, no son los mismos del fútbol, ni del
basquetbol, ni volibol, aunque a veces algunos narradores y/o comentaristas los
usen en determinadas circunstancias y de manera figurada. Indudablemente, en la actividad electoral
también existen palabras para identificar cada una de las situaciones que en ella se
presentan. En Venezuela, país en el que
se formado una suerte de cultura electoral, es habitual que, tanto en los
medios de comunicación, en el común del hablante, se empleen vocablos que
definen cada uno de los aspectos que componen el acto de elegir, desde la
campaña, hasta el momento de emitir el voto.
Me ha llamado poderosamente la
atención que se haya hecho repetitivo en los medios de comunicación, el empleo de expresiones como “sufragar el
voto” y “comicios electorales”, como si tratase de frases adecuadas, de las que
podemos echar mano en determinados momentos. En ambos casos hay impropiedades
que conviene conocer en virtud de usarlas adecuadamente. De eso voy a hablar hoy; pero antes debo aclarar que, al contrario
de lo que muchas personas pudieran pensar, el presidente Chávez no es el primer
Jefe de Estado que muere en el ejercicio del poder, tal como hace varios días lo expresó un conocido
dirigente político de Portuguesa, aliado del gobierno. El primero en fallecer fue Francisco Linares
Alcántara, el 30 de noviembre de 1878; luego, el 17 de diciembre de 1935 dejó
de existir Juan Vicente Gómez; y en 1950, específicamente el 13 de noviembre,
fue asesinado Carlos Delgado Chalbaud. Sobre este último existe la
particularidad de que no era presidente constitucional, sino presidente de la
junta que asumió el poder tras el derrocamiento de Rómulo Gallegos.
Cuando alguien escribe o dice sufragar
el voto, indudablemente que incurre en
redundancia, toda vez que sufragar, entre otras cosas, significa votar.
Sufragar el voto, vendría a significar algo así como votar el voto o pagar el voto, lo cual no es el sentido con
el que se emplea la malhadada frase, aunque eso de pagar el pagar el voto es
una práctica común entre muchos electores que se han acostumbrado a cobrar por
expresarse en las urnas electorales. No siendo ese el caso, bastaría con decir
sufragar o votar; pero nunca sufragar el voto. Es como decir: el papá suyo de
usted.
Otra de las impropiedades en las que
se incurre en el argot electoral, es
cuando se habla de “comicios electorales”. En muchas ocasiones me ha
correspondido corregir textos en los que
ha aparecido repetida la frase en cuestión. Quienes la emplean, ignoran
que comicios es un término masculino
plural que no admite singular, y que al emplearse, indefectiblemente se refiere
a elecciones. Es frecuente en medios de
comunicación, incluidos muchos que gozan de gran prestigio, leer u oír
expresiones como: “Los comicios electorales del 14 de abril fueron una
demostración del talante democrático de Venezuela”; o “Los comicios electorales
para alcaldes y concejales aún o tienen fecha”. En ambos casos la palabra “electorales”
sale sobrando, por las razones que he explicado.
A raíz de la posibilidad de que el CNE
revise 46% de los votos emitidos durante
los comicios del pasado 14 de abril, ha
surgido la duda sobre cuál es el término
apropiado entre conteo, reconteo o recuento. Al respecto me llamó mi amigo José
Clemente Pérez Oraá, asiduo lector de Nuestro Idioma, para
plantearme su duda, a lo cual le respondí que lo apropiado sería “conteo”; pero
luego de revisar el significado que registra el
Drae, me persuadí de que, en caso
de que los votos sean contados uno por
uno, el término apropiado será “recuento”,
que sería volver a contar, en concordancia con el significado del verbo del que deriva el
sustantivo en cuestión. Ahora, lo que la oposición ha solicitado al CNE,
implica una acción mediante la cual se procura que el total de los votos que
registran las actas, concuerde con lo
plasmado en el cuaderno de votación y con las boletas depositadas, y eso
no es un recuento, sino una verificación. Discúlpame, Pérez Oraá.
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
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