Delante y detrás, adelante y atrás
Delante
y detrás, adelante y atrás
En esta entrega me referiré al caso
particular de dos adverbios y sus diferentes formas, en virtud de mal uso que
de estas se hace, sobre todo en la expresión oral. Antes debo agradecer la
corrección que me hizo el abogado y gran conocedor de la gramática española, Miguel Alvarado Piña, antiguo compañero de
bachillerato en la siempre recordada Escuela Técnica Industrial Acarigua. En el
artículo de la semana pasada, en el que respondí unas inquietudes del abogado
Pedro Chapón, quise escribir
“aprehendida”, y al no revisar, apareció “aprendida”, lo cual es un
despropósito, pues la intención original fue hablar de aprehensión y no de
aprendizaje. No tengo ningún problema en admitir los errores, y aunque ese se
originó por descuido, es igualmente una falta, cuestionable como cualquier otra,
toda vez que esta es una columna cuya esencia es el análisis de los despropósitos más frecuentes en el lenguaje de los medios de comunicación
social y en el habla cotidiana. Gracias, Miguel.
Detrás es un adverbio de lugar que significa
“en la parte posterior”. Se emplea normalmente seguido de un complemento con “de”,
que expresa el lugar de referencia: “La casa está detrás de esa montaña”; “Mira detrás de la caja”. Atrás es también un
adverbio de lugar, que junto con verbos de movimiento, explícito o implícito,
significa “hacia la parte o en la parte que queda a las espaldas de uno”: “Dejamos
la casa atrás”; “Se fueron sin mirar atrás”. Puede ir precedido de las
preposiciones “de”, “desde”, “hacia”, “para” o “por”, nunca de la preposición “a”,
ya incluida en la forma de este adverbio: “Vamos de atrás a adelante”; “No te vayas para atrás”; “Vuelve hacia atrás a recogerlo”.
Delante es otro adverbio de lugar que
significa “en la parte anterior o enfrente”. Denota una posición en la parte
anterior, o prioridad de lugar: “La tienda está delante de tu casa”; “Este
libro está delante del otro”. Adelante es un adverbio de lugar que significa
“más allá” y que marca movimiento. Es también un adverbio de tiempo: “En adelante,
no lo vuelvas a hacer”. Se puede
utilizar igualmente como interjección para ordenar o permitir que alguien entre
en alguna parte o siga andando: “¡Adelante!”. Cuando significa “en la parte delantera o en
los primeros puestos”, puede emplearse también con verbos de estado: “Me siento
adelante con mi madre”; “Se puso adelante”. En estos casos, adelante puede
combinarse con adverbios como “tan”, “más”, “muy”, etc.: “No te pongas tan
adelante”; “Si hay sitio, siéntate más adelante”.
Con delante y adelante se hace la misma
distinción de movimiento y situación que con atrás y detrás. Adelante supone la
existencia de un movimiento real o figurado; mientras que delante indica solo situación.
Para reforzar la idea de movimiento se usa a veces precedido de las
preposiciones “hacia” o “para”: “Se marchó rápidamente hacia/para adelante”. En
estos casos es preferible utilizar el adverbio delante, ya que adelante ya lleva
implícita la idea de movimiento.
Se considera un vulgarismo el uso, cada
vez más extendido en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, de las
construcciones “delante/detrás más adjetivo posesivo”. Así, no es apropiado decir
“delante mío”, “delante tuyo”,
“detrás mío”, “detrás tuyo”. Lo correcto
es decir “delante de mí”, “delante de ti”, “detrás de mí”, “detrás de ti”.
dfigueroa64@gmail.com
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario