¿Expresidente o presidente fallecido?

¿Expresidente o presidente fallecido?

        El registro sobre los presidentes de Venezuela tiene interesantes aspectos que poco han sido difundidos, y por eso, por supuesto, poco son conocidos. Ha habido ciudadanos que han sido designados mandatarios para concluir un período, como Carlos Soublette por José María Vargas y Ramón José Velásquez Mujica (Ramón J. Velásquez) por Carlos Andrés Pérez. Están los que más cantidad de veces han ejercido la presidencia, como José Antonio Páez y Antonio Guzmán Blanco. Se sabe que Juan Vicente Gómez fue el que por más tiempo estuvo en el poder, y que el estado que más ha dado presidentes es Táchira.

     A este país lo han gobernado 16 militares, 6 abogados, 4 políticos  y dos médicos. Sobre los que han fallecido en el ejercicio de sus funciones, de acuerdo con lo aparece en algunas publicaciones en la Internet, están Francisco Linares Alcántara (30 de noviembre de 1878), Juan Vicente Gómez (17 de diciembre de 1935) Carlos Delgado Chalbaud (13 de noviembre de 1950) y Hugo Chávez Frías (5 de marzo de 2013). Cabe acotar que Delgado Chalbaud al momento de su muerte, no ejercía la presidencia de la República como tal, sino la de la Junta de Gobierno, integrada además por Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez.  

     A raíz de la muerte de Hugo Chávez Frías, los medios de comunicación y el común de las personas dudan al momento de referirse a él, con relación a si se le debe llamar expresidente o presidente fallecido. Hace algunos días, mis dos grandes amigos Luis Enrique Colina y José Carucí me contactaron para que les diera mi opinión al respecto, dado que Colina defiende lo de presidente fallecido; en cambio Carucí se inclina por expresidente. Es justo reconocer que ambos son preocupados por el buen decir, y están al corriente de los cambios que constantemente se producen en el habla cotidiana, amén de otras áreas en las que se desenvuelven con gran facilidad. Ahora, ¿es expresidente o presidente fallecido? Este es mi razonamiento.

     Si se revisa el diccionario de la Real Academia Española, se encontrará que  el prefijo ex añade el matiz significativo de “que fue y ya no es”, y se antepone a sustantivos que denotan ocupaciones, cargos, relaciones o parentescos alterables y otro tipo de situaciones circunstanciales de las personas: expresidente, exesposa, exministro. Eso permite evitar la confusión en la referencia con las personas que se encuentran en ese cargo o situación en la actualidad, que son a las que aludiría en la interpretación más inmediata el sustantivo correspondiente. Felipe González o Vicente Fox son expresidentes de España y de México, respectivamente; de Luis Herrera Campins o de Hugo Chávez Frías, puesto que ya han fallecido, se dirá que fueron presidentes, puesto que es esa condición que les da relevancia histórica, independientemente de la posible condición de expresidente al final de la vida, como sucedió con Herrera Campins, o de que en el momento de fallecer, como sucedió con Chávez, el presidente esté en el ejercicio de sus funciones, con lo que no era expresidente en tal trance. Hasta aquí no creo que haya ni debe haber ninguna confusión.

      En el caso específico de Hugo Chávez Frías, sus partidarios lo llaman “comandante eterno”, como una forma de honrar su memoria y mantenerlo siempre presente. Podrá ser llamado “presidente fallecido” o simplemente presidente, pues al momento de su deceso no estaba apartado del poder. Lo de presidente  tiene un matiz  histórico, como lo aludí en el cuarto párrafo de este artículo. Algunos podrán decir que es expresidente porque así es la definición del prefijo ex. Yo les respondo que esa no es la forma adecuada. ¿Por qué? Porque tampoco a Wolfgang Amadeus Mozart se le podrá llamar excompositor, o a Juan Pablo II expapa, aunque  estén muertos. Pero hay algo más: al decir presidente fallecido, surge una figura retórica conocida como elipsis, que consiste en la omisión de una o más palabras en una cláusula que, aunque sea necesario para la correcta construcción gramatical, se sobreentiende por el contexto. La frase completa sería: “El presidente que falleció en el ejercicio de sus funciones”. 

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