Un repaso sobre el gerundio
Un repaso sobre el
gerundio

Hoy les
hablaré una vez más del asunto, aunque sea nada contra la corriente, no sin
antes advertir que un periodista, educador o cualquier profesional
universitario puede ser muy brillante; pero si no sabe usar el gerundio, su
escritura carecerá de brillantez.
El gerundio
debe expresar siempre una acción simultánea, anterior o posterior casi
inmediata al verbo principal. Por ejemplo, en la frase “Escuchando el concierto
de Menudo, recordé mis días de estudiante de bachillerato”, el gerundio (escuchando)
está bien utilizado, pues la acción de escuchar es anterior a la de recordar.
Del mismo modo, si se dice que “muchas personas trabajan escuchando buena
música”, las acciones de trabajar y escuchar ocurren simultáneamente”. Y si alguien “salió dando un portazo”, la
acción de dar el portazo es posterior casi inmediata a salir.
Estas son
las tres formas del uso adecuado del gerundio, que por definición es la forma invariable
no personal del verbo, cuya terminación regular en español es “ando” en los
verbos de la primera conjugación; “iendo” o “yendo” en los de la segunda y
tercera: amando, temiendo, partiendo. Suele denotar acción o estado durativos: “Estoy
leyendo”; “Seguiré trabajando”. Tiene más generalmente carácter adverbial, y
puede expresar modo, condición, tiempo, motivo, concesión y otras
circunstancias: “Vino corriendo”; “Hablando se entiende la gente”. Se emplea a
veces en construcciones absolutas: “Consultando el diccionario, descubrí esa
palabra”.
Se incurre
en mal uso cuando se lo emplea como complemento indirecto o circunstancial: “Abordé
al presidente entrando en el Congreso”; “Terminaron todo, marchándose a sus
casas”. Ambas frases pudieron haber sido redactadas de otra forma: “Abordé al
presidente cuando entraba en el Congreso” y “Terminaron todo y se marcharon a
sus casas”. Son correctas, sin embargo, las oraciones en las que el gerundio
está acompañado por un complemento directo, siempre y cuando el verbo principal
sea un verbo de percepción: “Vi a Pepe y a Alí andando por la calle” o “Un
transeúnte vio a los ladrones intentando abrir el vehículo”.
En el
pasado reciente, la Real Academia Española condenaba el uso del gerundio como
acción posterior a la del verbo principal; pero luego admitió la posteridad,
siempre que sea casi inmediata. Si ese no es el caso, deben evitarse oraciones
como: “Se cayó una casa, muriendo tres personas” o “Se sometió a votación la
enmienda aprobándose por unanimidad”. En su lugar, se pueden buscar reformulaciones
como: “Mueren tres personas tras el derrumbamiento de una casa” y “Se sometió a
votación la enmienda, que se aprobó por unanimidad”.
Se incurre
en otro uso inadecuado del gerundio cuando se lo emplea como adjetivo
especificativo, y es en el que incurre la mayoría de los redactores de sucesos,
incluidos algunos muy instruidos, de medios de gran prestigio. Es común y
corriente leer u oír que “el delincuente huyó siendo detenido al día
siguiente”. Lo correcto y decente es: “El delincuente huyo, y fue detenido al
día siguiente”. De la misma clase son: “Se busca asistenta teniendo tres años
de experiencia”; “Zarpó ayer un barco llevando medicamentos al lugar del
desastre”. Lo correcto hubiera sido: “Se busca asistenta que tenga tres años de
experiencia” y “Zarpó ayer un barco que llevaba medicamentos al lugar del
desastre”.
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
Gran aporte
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