Aún hay tiempo
Aún hay tiempo
El adverbio
aún se escribe con tilde cuando es palabra tónica y equivale a todavía;
mientras que, cuando significa incluso, hasta, también o ni siquiera, es átono
y se escribe sin tilde. Es común y corriente leer en los medios de comunicación,
frases como: “Ni aún acompañado de Harrison Ford pudo despuntar”; “Sufrió un tremendo
accidente y aún así ganó la carrera”; “Si no duermes bien, subes de peso y te
cuesta más trabajo bajar aún cuando hagas ejercicio”; “Aún teniendo a los
mejores, no siempre puedes jugar bien” o “Su testimonio compromete aun más a
Facundo Garbarino”. En todos los casos la tilde no se ajusta a la norma.
Está
establecido que AUN debe escribirse con
tilde cuando significa todavía y se emplea con sentido temporal: “Aún quedan
entradas para la venta”; cuando es equivalente de sin embargo o no obstante: “Le
sirvieron la comida a él primero y aún se quejó”. También para enfatizar: “Hubo
más telespectadores aún que en la edición anterior”. Cabe destacar que en el
último ejemplo el adverbio puede sustituirse tanto por todavía como por incluso
(Hubo más telespectadores todavía que en la edición anterior / Hubo más
telespectadores incluso que en la edición anterior). La pronunciación es tónica
y, por tanto, lo apropiado es colocarle la tilde. En ese sentido, es importante
saber que, con valor ponderativo, el
adverbio suele ir acompañado de más, menos, mejor, peor, etc.
Se escribe
sin tilde cuando es palabra átona equivalente a incluso, casi siempre seguida
de gerundio: “Aun yendo en ambulancia, no llegó con vida”; cuando tiene valor
de hasta: “Nunca es tarde para obtener la ciudadanía: aun a los 99 años”. O cuando significa ni siquiera: “Ni aun en esa circunstancia se
dará por vencido”. También se escriben sin tilde la locución aun cuando y el
conector aun así.
Ahora, si
se toman en cuenta los diferentes contextos de uso, lo apropiado habría sido
escribir: “Ni aun acompañado de Harrison Ford pudo despuntar”; “Sufrió un tremendo
accidente y aun así ganó la carrera”; “Si no duermes bien, subes de peso y te
cuesta más trabajo bajar aun cuando haces ejercicio”; “Aun teniendo a los
mejores, no siempre puedes jugar bien” y “Su testimonio compromete aún más a
Facundo Garbarino”. En este último ejemplo sí lleva tilde.
Facundo
Garbarino es el nombre de un ciudadano involucrado en un caso de robo, reseñado
recientemente por la prensa española y que ha dado pie para que muchos medios
de ese país se hayan interesado por el asunto. Los ejemplos los tomé de la
Fundéu, que como se sabe, está radicada en ese país.
Con la
satisfacción del deber cumplido y con mis deseos por un nuevo año pleno de
realizaciones, me despido hasta el 30 de enero de 2017. ¡Muchas gracias y feliz
Navidad!
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
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