Altas y bajas

altas y bajas (I)


     Pese al creciente interés por las cuestiones del habla y la escritura, hay casos de persistencia en el error, sobre los que siempre es prudente volver de cuando en cuando, en aras de contribuir con la disipación de las dudas. Paralelas a la notable disminución, evidenciada en distintos ámbitos del lenguaje articulado, subsisten expresiones contentivas de fallas elementales, especialmente en personas, que por su formación y oficio, serían insospechadas. Hay periodistas que no saben distinguir una palabra por la índole de la entonación; tienen dificultad para el uso  adecuado de las letras mayúsculas y minúsculas y el empleo de  las formas verbales,  entre estas el gerundio que, a mi entender, son las faltas más recurrentes. Lo peor de todo esto es que cuando se les hace cualquier observación, sacan a relucir los años de ejercicio y se ufanan de haber estudiado en la mejor escuela de Comunicación Social.  Nadie podrá negarles que sean licenciados o licenciadas; pero periodistas, no lo creo.
     Hoy hablaré una vez más sobre el uso de las mayúsculas y minúsculas, también conocidas como altas y bajas;  pero antes debo admitir que en el artículo de la semana pasada se “colaron”  varios errores atribuibles a quien esto escribe. Hubo palabras repetidas, escribí Estadal (con mayúscula) en vez de estadal (con minúscula, como debe ser); quise establecer la diferencia entre estadal y estatal, pero  escribí la primera dos veces  e incurrí en otras faltas que, aunque fueron por descuido, no me eximen de mi responsabilidad. Afortunadamente, en el periódico se percataron y corrigieron  la versión física, mas no la digital. Igualmente,  la versión que recibe el grupo de mis contactos de correo electrónico, estuvo plagada de errores. De eso se percató mi amigo el profesor José Duque, quien tuvo la gentileza de señalármelos  cada uno con su respectiva corrección.
     En la búsqueda de una forma sencilla de abordar de la mejor manera  el tema de mayúsculas y minúsculas, me encontré con el Manual de Estilo de la Sip (Sociedad Interamericana de Prensa), que en la sección correspondiente, muestra ejemplos fáciles de digerir, aunque con una realidad geográfica diferente de la latinoamericana y un tanto desactualizados con relación a las nuevas  reglas ortográficas de 2010, pero acordes con lo básico establecido por la Rae para el caso que nos ocupa.  Los adapté a nuestra idiosincrasia,  en función de mostrarlos para  aclarar el asunto.
     Se emplea mayúscula inicial en los nombres completos de entidades u organismos, salvo cuando estos se mencionen con un genérico: “Ministerio de Hacienda” y  “el citado ministerio”; “Partido Comunista de Venezuela” y “el partido comunista  de los venezolanos”; “La Organización de las Naciones Unidas” y “la organización mundial creada en la Conferencia de San Francisco”; “La Dirección General de Policía  ha señalado” y “La dirección general ha señalado”.
     Van con inicial minúscula los nombres de cargos, salvo que se trate de dignidades de carácter único, y aun en ese caso, siempre que no precedan al nombre de su titular: “La Dirección General del Tránsito”, pero no en el caso de “el director general del Tránsito”; “el Papa”, pero no  “el papa Francisco”; “el Rey”, pero no cuando se dice  “el rey Felipe”. Es el mismo caso de PRESIDENTE, GOBERNADOR y ALCALDE, que se escriben con  inicial mayúscula cuando aparecen solos, y con minúscula cuando acompañan al nombre: “El Presidente anunció las nuevas medidas económicas” y “El presidente Pablo Mármol estará de gira por Sudamérica”; “El Gobernador  dio el visto bueno a ganaderos y comerciantes” y “El gobernador Bruno Díaz  acaba de regresar de Caracas”; “El Alcalde decretó Ley Seca para el fin de semana”, y “El alcalde Ricardo Tapia se reunió en su despacho con voceros comunales”.
     Pese a lo sencillo, muchos redactores por desconocimiento, descuido o en el peor de los casos por adulancia, le colocan mayúscula a todo, lo cual aja y envilece la lectura. No saben diferenciar un nombre propio de uno común, y por eso incurren en impropiedades de fácil solución.  

@nuestroidioma65
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