¿Dónde lleva la tilde? (y II)
¿Dónde lleva la tilde? (y II)
La semana pasada comencé una serie de dos
artículos dedicados a las palabras por la índole de la entonación, habida
cuenta que de todavía se incurre en muchas impropiedades, aun cuando es un
asunto relativamente fácil. Hice énfasis en establecer la diferencia entre
acento y tilde, que a mi modo de ver, es una de las razones por las que abundan
las palabras que por desconocimiento no
se tildan, o en el peor de los casos, se les coloca el símbolo gráfico cuando
no han de llevarlo. A manera de repaso, les muestro el típico el caso de
Nelsón, cantarón, estuvierón, vinierón y otras palabras de la misma
terminación, a las que muchos les colocan una tilde que no deben llevar, por
ser graves, es decir, su sílaba tónica es la penúltima. No son ejemplos arbitrarios
ni inventados por mí, sino que los he visto en correspondencias oficiales y
comerciales, pese a que los procesadores de palabras permiten la opción de la
revisión ortográfica. Entiéndase por sílaba tónica el grupo de letras en donde
está la mayor entonación de voz. Átonas se les llama al resto. En estos cuatro
vocablos el acento es prosódico, y no se les marca porque terminan en
"N". He ahí otras de las razones por las que existe mucha confusión,
facilitada por la analogía que algunos redactores establecen con las palabras
agudas. La terminación de una palabra es su última letra, en tanto que la
entonación está determinada por la sílaba en la que se requiere mayor fuerza
para pronunciarla. Es fundamental saber que las sílabas se cuentan de derecha a
izquierda, comenzando por la última.
Aparte de las palabras agudas, graves,
esdrújulas y sobresdrújulas, existen las que se tildan de manera especial, como
María y todos los sonidos "ía". Palabras como, maíz, Raúl, raíz,
baúl, Saúl, Naúl, son agudas terminadas en consonante diferente de la
"N" y la "S"; pero se les tilda para evitar que se forme diptongo. María y todos los sonidos "ía"son graves y no deberían
llevar tilde por terminar en vocal; pero se les marca para no confundir al
lector, quien podría incurrir en errores de pronunciación. Son también casos
especiales de acentuación que, de acuerdo con las normas comunes llevan tilde,
lo conservan cuando aumentan sus sílabas al agregarles un pronombre enclítico:
pidióme, extrañóle, sintióse. Pidió, extrañó y sintió, por ser palabras agudas terminadas en vocal,
llevan tilde. Cuando se les agrega los enclíticos se convierten en graves, por
lo que no debería marcárseles el acento; pero por excepción, sí la llevan. Los
adverbios terminados en "mente", cuyo elemento primario lleva tilde,
la conservan: común (comúnmente), cortés (cortésmente), ágil (ágilmente),
lícita (lícitamente). Existen otros casos de acentuación especial; pero estos
son los que más ofrecen dificultades, y por eso trato de explicarlos de la manera
más sencilla, en aras de disipar las dudas.
Antes de la entrada en vigencia de la
nueva Ortografía (2010), las palabras
este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, esos, aquellos, estas, esas,
aquellas llevaban tilde. Igualmente, la palabra "solo" llevaba tilde
cuando era adeverbio de modo y equivalía a solamente, y no la llevaba cuando
era adjetivo: "Sólo (solamente) podrás hablarle cuando esté en su
oficina" y "Asistió solo (sin compañía) a los actos programados por
el Cabildo". Hoy día no se le coloca la tilde en ninguno de los casos. A
la conjunción "O" se le colocaba la tilde cuando se escribía entre
cantidades, para no confundirla con el cero. Ya no la lleva.
La regla general de acentuación establece
que a los monosílabos (palabras de una sílaba) no debe marcárseles el acento;
pero exceptúa de ella a los cumplen más de una función dentro de la oración.
Por ejemplo, "el" cuando es artículo no lleva tilde; pero sí la lleva
cuando es pronombre personal: "Yo le di el libro al él". Mi y tu pueden
ser pronombre personales, y por tanto llevarán tilde, o pueden ser adjetivos
posesivos, y entonces no la llevan: "Mi casa es un refugio de paz para
mí"; "Tu trabajo te agrada porque tú sabes hacerlo".
"Si" se tilda cuando es pronombre personal: "Tardó en volver en
sí"; "Fulano quiere todo para sí". También se tilda cuando es
adverbio de afirmación: "Yo sí voy para el acto de grado en Maracaibo,
Dios mediante". No se le coloca el símbolo gráfico cuando es conjunción
condicional: "Si me lo explicas, podré ayudarte".
"Mas" lleva tilde cuando es
adverbio de cantidad o comparativo: "Yo quiero más"; "Este libro
es más caro que el otro". No la lleva cuando es conjunción adversativa,
equivalente a pero: "Habían avanzado mucho, mas la meta todavía estaba
lejos". "Aun" lleva tilde cuando equivale a todavía: "El
reo aún (todavía) no ha confesado". Va sin tilde cuando tiene valor de
hasta, también, inclusive: "Pero aun (también, hasta inclusive) sin que
confiese, sabemos que es culpable.
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