Dudas y más dudas
Dudas y más dudas
En los días más recientes,
una vez más lo digo, ha aumentado el número de consultas que habitualmente
recibo en mi dirección de correo electrónico y por otras vías, lo cual, aparte
de ser un honor, es un compromiso con ese público lector, preocupado por deshacerse
de las dudas que comporta el oficio de escribir. Siempre he dicho que no soy
catedrático de la lengua española ni pretendo serlo. Esto implica que en muchos
casos también consulto, pues cuando no puedo responder con prontitud, porque la
respuesta no es fácil, pulso la opinión de otras personas, en función de dar una
explicación que satisfaga las inquietudes. A veces paso por la vergüenza de pedir
que me las envíen de nuevo, ya que de manera accidental las he borrado o se me han
extraviado en la “telaraña” de las correspondencias recibidas por vía
electrónica.
Hoy voy a
responder dos inquietudes del abogado Pedro Chapón, quien de manera regular me
plantea interesantes dudas relacionadas con el lenguaje oral y escrito. También
le daré cabida a una del colega Héctor González Burgos, jefe de Redacción de un
medio impreso del estado Cojedes, y hablare de “buen provecho”. He considerado
prudente decir algo al respecto, en aras de dejar claro si la frase en cuestión
es redundante o no.
Pedro me
plantea un interesante asunto que tiene que ver con el uso de las preposiciones
“para” y “de”. Hace varios días me expuso que el ministerio encargado del
petróleo, al que se le denominaba Ministerio del Poder Popular para el Petróleo
y Minería, ahora es Ministerio del Poder Popular de Petróleo. ¿Cuál es el
problema? ¡Ninguno! Solo hubo un acortamiento del nombre y un cambio de la
preposición “para” por “de”. Muy bien pudo ser “…para el Petróleo”, en
consonancia con otros cuyo nombre no ha sido modificado; pero privó el criterio
de hacerlo más breve, supongo. No faltará alguien que diga que de esa forma no
es correcto, pues el ministerio no está hecho de petróleo, lo cual es cierto;
pero allí la referida preposición no alude a su construcción, sino a su
utilidad y funcionamiento.
También le
preocupa a mi amigo Chapón, saber si la forma correcta es “se cumplió años” o
“se cumplieron años”. Si es uno, la concordancia debe ajustarse al singular, y
si es más de uno, al plural: “Hoy se cumplió un año del decreto que prohíbe la
venta a terceros…” y “En 2016 se cumplieron treinta y cuatro años de la
tragedia de Tacoa”. También es aplicable a meses y semanas. Si no se conoce la
cantidad de años, meses y semanas, es preferible hablar de un año más, un mes
más, una semana más, toda vez que la expresión “se cumplieron años”, sin
especificar la cantidad, es algo que no aclara nada. No es lo mismo decir que “hace
años ocurrió la tragedia de Azores”, pues aunque no se indique la cantidad, no
hay dudas de que es un hecho de varios años.
La duda de
Héctor González Burgos tiene que ver con el uso reiterado, por parte de algunos
narradores y comentaristas deportivos, de la expresión “se nos viene”, para
referirse a la proximidad de un encuentro: “Se nos viene el segundo tiempo”;
“Se nos viene la primera fecha del torneo Apertura”, etc. Al respecto, la Real
Academia Española advierte que el uso de la forma pronominal venirse con el
significado de acercarse o estar próximo, es normal en varios países
americanos, por lo cual puede considerarse válido; pero es más propio del
registro informal o coloquial que del registro culto.
Para cerrar
esta entrega, les hablo de la frase “buen provecho”, usada normalmente para
desear que las comidas u otra ración alimenticia les sean provechosas a quienes
las ingieran. Siempre me ha parecido redundante, dado que todo provecho es
bueno. La Real Academia Española admite la redundancia; pero advierte que “es una
expresión coloquial asentada en nuestra lengua y está recogida en el diccionario
académico como tal, y no cabe censurar su uso”.
Yo no
condeno su uso, sino que, por parecerme redundante, que de hecho lo es,
simplemente digo: ¡que le aproveche!
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
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