Esta, esa, este, ese
esta,
esa, este, ese
El origen de muchos de
los errores en los que incurren algunos comunicadores sociales, sobre todo los
de medios impresos, está en el escaso conocimiento de la función que cada
palabra cumple en la oración; en las
faltas de tilde y de los signos de puntuación, fundamentales para una redacción
medianamente aceptable. Todos son
conocimientos básicos que se adquieren en primaria, en bachillerato y se
refuerzan en la universidad. En la mayoría de las escuelas de Comunicación
Social el pensum incluye talleres de lenguaje y morfosintaxis, de redacción de
noticias, géneros periodísticos y otros elementos con los que cada cursante puede
adquirir facilidad en el manejo del
lenguaje, que será su herramienta de trabajo. Sin embargo, hay licenciados con
varios años de experiencia, que lamentablemente no saben redactar y siempre
incurren en los mismos errores.
Esto no es una exageración, pues me ha
correspondido dictar charlas, talleres y conversatorios dirigidos a periodistas y estudiantes de Comunicación
Social, y he quedado sorprendido con la cantidad de fallas, sobre todo en
personas que tienen varios años en el oficio y que deberían ser ejemplos del
buen decir. Hay quienes dicen tener diez, quince o veinte años de experiencia; pero cuando escriben, pareciera que el
primer año se ha repetido la misma cantidad de veces. Hoy voy a hablarles de las formas “esta”, “esa”, “este” y “ese”, en virtud del
mal uso en el lenguaje periodístico. Antes
debo aclarar que la nueva edición del Drae, prevista para octubre de este año,
no es la vigésima segunda, como involuntariamente lo dije
en esta columna la semana pasada,
sino la vigésima tercera.
El desconocimiento de las palabras por la
índole de la entonación hace que muchos redactores no coloquen la tilde correspondiente, o en el peor de los casos, la usen
en donde no va. He leído y corregido textos plagados de errores, en los
que han aparecido palabras como “estuvierón”, “jugarón”, “vinierón” y “Nelsón”.
Es indudable que quienes incurren en ese despropósito, tienen una gran
confusión entre terminación y entonación, favorecida por el enunciado de las palabras agudas. Los citados
vocablos terminan en “n”; pero no por
eso deben llevar el símbolo gráfico en la última sílaba, toda vez que son
graves, y estas cuando terminan en “n”, “s” o en vocal, no se tildan.
Ahora ha surgido otra falta relacionada
con la tilde, pues algunos periodistas, licenciados en Comunicación Social y
otros que redactan habitualmente,
escriben “esta” por “está” y viceversa, lo cual es un grave error. Esta (sin
tilde) es un pronombre demostrativo e indica cercanía de lo mencionado respecto
del emisor; mientras que “está” es la conjugación del verbo estar en tercera
persona del singular, de modo indicativo. Desde el punto de vista de la
entonación, “esta” es palabra grave; en tanto que “está” es aguda. Lleva tilde
porque termina en vocal.
El asunto no es nada complicado, pues solo basta con
conocer las palabras por la entonación. Hacer esto o sugerir que los diaristas
y demás profesionales escriban con
propiedad, no es pretender imponerles que
imiten a los grandes de la literatura universal, ni que usen un lenguaje
literario.
Las palabras “esta”, “esa”, “este” y “ese”
tienen una sutil diferencia en la
redacción periodística, que conviene
conocer para darles el mejor uso. Lo que
para el entrevistado o informante es “esta”, para el redactor ha de ser “esa”, dado que la primera denota cercanía con
el emisor; mientras que la segunda indica también cercanía, pero con el receptor. El mismo criterio es aplicable a “este”
y “ese”. Si un periodista se refiere a una asamblea o a un problema, por ejemplo, deberá
hablar de “esa” asamblea o de “ese” problema, a menos que sea o haya sido parte de la misma o del mismo, según el caso.
Son cuestiones elementales que cada persona que se precie de comunicador social debe
conocer, en aras de emplear el lenguaje
con propiedad, sin caer en lo cursi ni en lo rebuscado, a lo que soy ajeno.
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario