La cita de Toronto
La
cita de Toronto
Hace poco terminó la
Copa América de Chile, en la que la representación de la casa tuvo el honor de titularse
campeona en un evento de selecciones,
considerado el más antiguo de mundo, y hoy disfrutamos de los Juegos
Panamericanos, que recientemente han comenzado y que se desarrollan en Toronto,
Canadá. Los Juegos Olímpicos, el Mundial de Fútbol, la Copa América, los Juegos
Panamericanos y los Bolivarianos, son actividades que atraen multitudes, y los
organizadores siempre se esmeran por deslumbrar al público asistente y al
televidente, con la ceremonia inaugural. De ahí que sea el momento más
esperado. Soy seguidor por televisión, de ceremonias inaugurales, y en mi
opinión la que más ha impactado ha sido la de Barcelona 1992, con el encendido
del pebetero por parte del atleta paralímpico Antonio Rebolledo. Luego de España
no ha habido otro tan impresionante como ese.
Antes de entrar en materia, les informo que este artículo debió salir el
lunes pasado; pero por razones que ignoro, y aun cuando lo envié por la vía de
siempre y a tiempo, no llegó a la
redacción. Pido disculpas una vez más por esa ausencia involuntaria.
Estamos a pocas días de haberse iniciado la
cita Toronto, y es propicio el momento para dar algunas claves en función de redactar
adecuadamente todo lo de ella derive, con base en algunas recomendaciones de la
Fundéu (Fundación del Español Urgente), parafraseadas en términos más
digeribles.
Lo primero que se debe tomar en cuenta es
que el vocablo panamericano está compuesto por el prefijo griego “pan”, que
significa todo, entero, completo. Panamericano o panamericana, vendrá a ser toda América: norte, sur,
centro. Se entiende por panamericanismo o integración panamericana, el
movimiento diplomático, político, económico y social que busca crear, fomentar
y ordenar las relaciones; la asociación y cooperación entre los países de
América en diversos ámbitos de interés en común. El término se diferencia de
americanización, que es la admiración por la cultura y el estilo de vida
estadounidenses, que también se conoce como pitiyanquismo.
La Ortografía de la Lengua Española señala
que los nombres de los torneos deportivos se escriben con inicial mayúscula en
todos sus elementos: Juegos Panamericanos. La voz “parapanamericanos” se
escribe en una palabra, sin espacio ni guion y con sus iniciales mayúsculas:
Juegos Parapanamericanos. El verbo
clasificar (se), con el sentido de conseguir los resultados para participar o
continuar en una competencia, va seguido normalmente de un complemento
introducido por la preposición “para”, y no “a”, tal como indica el Diccionario
Panhispánico de Dudas. Por tanto, no debe escribirse: “Doce disciplinas clasifican a Río 2016”, sino “Doce disciplinas clasifican para Río
2016”. Básquetbol (o basquetbol) como baloncesto, son denominaciones válidas
para referirse en español a ese deporte; mientras que las formas básketbol,
basketbol y basketball no las recoge el diccionario académico.
Dentro de las pruebas de canotaje se disputa la competición de kayak
eslalon, con “e” inicial y terminado en “n”, y no la grafía noruega slalom. Se
llaman clavados, las pruebas de saltos desde trampolín, y son clavadistas
quienes intervienen en ellas y realizan en su caída al agua carpados y
tirabuzones. Las expresiones nado sincronizado y natación sincronizada hacen
referencia a aquellas pruebas en que los atletas compiten al ritmo de la música
en dúos o equipos de ocho. Tanto la forma esdrújula ráquetbol como la aguda
raquetbol aparecen recogidas en la vigésima tercera edición del diccionario
académico; las formas rácquetbol y racquetbol no se consideran apropiadas, pues
la secuencia “cq” no es característica del español.
El
sustantivo rugby se escribe en cursiva, aunque se puede escribir rugbi, sin que
sea necesario resaltarlo. El jugador que practica dicho deporte es rugbista,
mejor que rugbier. Las adaptaciones
sófbol y sóftbol (o sofbol y softbol, con pronunciación aguda) son preferibles al anglicismo softball, pues
siguen el paradigma de béisbol/beisbol, fútbol/futbol o vóleibol/voleibol,
aunque en muchos países de habla hispana
se ha impuesto volibol, con acentuación aguda. Cabe mencionar que la variante
sóftbol incluye la secuencia ft, que cuenta con menor tradición en el sistema
ortográfico español.
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