Las inquietudes de Pedro
Las
inquietudes de Pedro
Muchos de los artículos
publicados en esta columna surgen de inquietudes que envían personas que tienen
inclinaciones por las cuestiones del lenguaje, lo cual me facilita la selección
del tema. Es grato saber que la mayoría de esos corresponsales son lectores
habituales que, aparte de formular interesantes asuntos, expresan comentarios
elogiosos que estimulan a continuar este trabajo de divulgación periodística,
que cumplirá 21 años el 12 de noviembre de 2015. Ha habido otros que son
lectores ocasionales, pero de igual manera sus planteamientos merecen ser
comentados en aras de aclarar sus dudas y aportar conocimientos para el mejor
uso del lenguaje articulado. Siempre he tenido la intención de responder todas
las consultas, por muy ingenuas que sean, pues eso demuestra que hay interés
por escribir bien y hablar mejor. En la actualidad, son casi cuatrocientas las
personas que reciben regularmente esta columna en sus direcciones de correo
electrónico, unas porque lo han solicitado, y otras porque, al registrarlas en
mis contactos, les retribuyo el gesto de identificarse con mi pasión por la
escritura. Quienes deseen integrar el grupo, solo tienen que manifestarlo por
medio de la dirección de correo que aparece al pie este escrito.
El viernes 2 de los corrientes recibí una
breve y muy constructiva misiva de Pedro Chapón Pérez, a quien solo conozco de
vista; pero por el contenido del texto, intuyo que le apasionan la lectura y
las cuestiones lingüísticas, además de ser abogado y cooperativista. A Pedro le
llamó la atención un comentario que hiciera el Defensor del Lector de Últimas
Noticias, periodista Omar Pérez el “Compañerito”, sobre un artículo mío publicado
en Nuestro Idioma, relacionado con el lenguaje policial, que gentilmente Pérez
reprodujo casi textual en su columna de los domingos en el mencionado diario
capitalino, con tan mala suerte para mí que, en vez de David Figueroa Díaz, el
colega de Caracas escribió Daniel Figueroa Ruíz. Le hice la observación y la
aplicó a medias, pues el domingo siguiente, al acusar recibo de mi comunicación,
corrigió los apellidos; pero siguió llamándome Daniel, aunque todos los que me
conocen, saben que el personaje era yo, lo cual se advierte por la dirección de
correo electrónico y porque muchos leyeron el articulo íntegro, publicado en Última
Hora.
La comunicación de Pedro me da pie para
volver a hablar de la palabra sujeto, especie de comodín de la mayoría de los
redactores policiales, quienes abusan del término en cuestión. En aquella
oportunidad dije y hoy lo ratifico, que sujeto se puede utilizar cuando se
desconoce el nombre de personas que han sido aprehendidas en la comisión de
algún delito o que por alguna circunstancia son parte de una nota de sucesos.
Es lícito usarlo en un antetítulo, título, sumario o lead; pero en el cuerpo de
la información, es una muestra de pobreza en el lenguaje y se convierte en un
trato discriminatorio, dado que aun cuando hayan sido detenidas en flagrancia,
no es el periódico ni el periodista los que determinarán la culpa. Hay quienes
dicen que no se les puede llamar ciudadanos porque han cometido delitos, y yo
digo, basado en vagos conocimientos de derecho, digo que la ciudadanía no se
pierde ni aun con la muerte. Pedro Chapón, que es jurista, puede ahondar al
respecto. Escribí: “No es cierto que cuando una persona incurre en un hecho que
amerite su detención, tenga que llamársele sujeto”. Lo hice para responder a
aquellos que afirman lo contrario.
Chapón quiso saber si el idioma que hablamos los nacidos en esta parte
del planeta es español o castellano. De las dos manaras es usable, y el argumento
está en el libro Con la Lengua volumen 4, del cuasipaisano portugueseño Alexis
Márquez Rodríguez, fallecido recientemente.
Con relación al verbo abatir, generalmente
mal utilizado en la redacción policial, es incorrecto decir que “fulano cayó
abatido”, pues caer conlleva la noción de abatir. Sin embargo, la preocupación
de Pedro se basó el hecho de que en vez de abatido, apareció “batido”, atribuible
a mí por no haber revisado bien el texto, y el gazapo se le coló al ojo entrenado
de las personas en el periódico tienen la responsabilidad de que salga
impecable.
dfigueroa64@gmail.com
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
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