¿Cuál es el verbo?
¿Cuál es el verbo?
Por
descuido, y en la mayoría de los casos por desconocimiento, periodistas,
publicistas y muchos medios de comunicación se han convertido en grandes
divulgadores de impropiedades que se han arraigado en el vocabulario del común
del hablante. Ello se debe al enorme poder inductivo que estos (los medios)
ejercen. Es recomendable que esa bondad no sea utilizada de una manera muy
libérrima, pues la incidencia pudiera ser igualmente provechosa que dañina.
Dentro de la amplia gama de vicios de lenguaje, de los que he hablado
suficientemente en esta columna, está el empleo de verbos con significado
diferente del que registra DLE (Diccionario de la Lengua Española). De eso voy
a hablarles hoy una vez más; pero antes respondo una inquietud de mi amigo y
colega periodista Edgar Alexander Morales, respecto del acrónimo con que se
conoce al recinto carcelario del estado Portuguesa. Unos escriben Cepella y
otros Cepello, y de las dos maneras es correcto, solo que Cepello se acerca más
al nombre del referido espacio de reclusión (Centro Penitenciario de los Llanos
Occidentales). Prefiero escribir Cepello; pero les repito: los dos nombres
pueden usarse en razón del gusto de cada redactor.
Entre los
verbos mal utilizados, sin dudas, aplicar es uno de los más extendidos. He
perdido la cuenta de las veces que he dicho que no se debe usar como sinónimo de solicitar o pedir. El error
proviene del inglés, en el que existe “to apply”, que en dicho idioma sí
significa solicitar o pedir. En castellano no se debe decir nunca que “se aplica
a una entrevista de trabajo” o “a un cupo en la universidad”, sino que uno se presenta
o solicita algo. Lo mismo ocurre con el sustantivo aplicación, que no puede utilizarse
para referirse a un formulario de ingreso. Ha sido tanto el arraigo, que en muchos
anuncios publicitarios se dice que “ciertas condiciones aplican”, cuando lo
correcto es “se aplican”.
Con
asombrosa frecuencia se escucha en las transmisiones de eventos deportivos, que
el árbitro ha “señalizado” una falta, un fuera de juego o el final del partido.
En todos esos casos, el periodista, locutor o comentarista debería haber
empleado el verbo señalar, puesto que señalizar significa “colocar en las
carreteras y en las vías de comunicación las señales que indican bifurcaciones,
cruces, pasos a nivel y otras, para que sirvan de guía a los usuarios”.
Se habla
mucho de abatir, sobre todo en el lenguaje policial, en el que se ha convertido
en una suerte de comodín. Abatir significa derribar, derrocar o poner
horizontal lo que estaba vertical. Hoy día se abusa de dicho término, con el
agravante que en los medios, supuestamente más prestigiosos, se lee o se oye
que “los delincuentes cayeron abatidos por la Bae (Brigada de Acciones
Especiales)”, lo cual es un error, dado que caer lleva implícita la noción de
abatir. Lo correcto es: “Los delincuentes fueron abatidos…”
Sobre el
verbo acceder, la Fundéu lanza una advertencia sobre el abuso con este, que
está comenzando a utilizarse como sinónimo de entrar. Aunque no sea
completamente incorrecto, es preferible decir que alguien entra a un edificio,
no que “accede” a él.
Entre mascar
y masticar hay un pequeño matiz que los separa: masticar se emplea únicamente
para la comida, como paso previo a su ingesta; mientras que mascar se refiere a
“partir y triturar algo con la boca”.
Falsificar
y falsear son dos palabras casi sinónimas que suelen dar problemas en su
utilización diaria. Se debe emplear el
término falsificar para referirse a documentos, escritos, facturas, etc., y
falsear, en un sentido más figurado, como en el caso de “falsear la realidad”.
Concluye
esta lista con el verbo cesar, utilizado con frecuencia en el ámbito del
periodismo deportivo. Si bien está aceptado que un entrenador o jugador sea destituido, relevado o despedido, no lo
es que “sea cesado”, puesto que cesar es un verbo intransitivo que no se puede usar
de manera pasiva. Así pues, lo correcto es: “Alex Cabrera cesó como jugador de
Tiburones de La Guaira”, no “Alex Cabrera fue cesado como jugador de Tiburones
de La Guaira”. ¿Vieron la diferencia? ¡Gracias!
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
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