¡Habemos personas!
¡Habemos
personas!
Es justo reconocer que
hoy día hay mayor interés por mejorar el lenguaje oral y escrito, lo cual se
evidencia en la existencia en los medios de comunicación, de publicaciones
destinadas a aportar soluciones sobre los casos en los que más se presentan
dificultades a la hora de escribir cualquier texto. Me complace que a la luz de
muchas situaciones planteadas en esta columna, varias también hayan sido las
personas que han adquirido facilidad en el manejo de la expresión oral y
escrita. Por vía de correo electrónico, Nuestro Idioma llega a más de
quinientas, en su mayoría profesionales cuya ocupación habitual es el lenguaje
articulado, vale decir periodistas, columnistas, articulistas, locutores,
animadores, maestros de ceremonia, docentes, abogados e ingenieros, entre
otros. En Facebook y Twitter aparecen muchas publicaciones que de manera
sencilla explican el uso y el mal uso de palabras y expresiones, con base en
los casos que más dudas ofrecen a los que tienen por oficio escribir. Hay
también muchos “espontáneos del lenguaje”, que sin el debido conocimiento de lo
que escriben, se atreven a “corregir” y a “aportar” su sabiduría para una mejor
escritura. Ante eso hay que estar alerta, toda vez que, lejos de ayudar, su
espontaneidad puede ser dañina desde el punto de vista gramatical y
lingüístico, claro está. Son fácilmente reconocibles, pues por lo general son
apreciaciones carentes de sentido, y en el peor de los casos, están minadas de disparates.
Lo que quiero significar con lo antes expuesto, es que a pesar de los valiosos
aportes, persisten las impropiedades, y por eso nunca estará demás insistir,
aunque ello implique nadar contra la corriente.
Les hablaré del verbo haber, que es quizás
el más complicado y el que mayores
dolores de cabeza produce entre quienes tratan de usarlo de manera adecuada. Es
frecuente oír expresiones como: “Habemos personas interesadas en adquirir los
textos” o “El fin de semana hubieron muchas fiestas”, en boca de profesionales
cuya ocupación habitual les exige buen uso del lenguaje que emplean. Quienes
incurren en esas impropiedades, ignoran que el verbo haber, cuando se usa en
oraciones sin sujeto (impersonales), solo puede emplearse en la tercera persona
del singular de cualquier modo o tiempo, lo que significa que toda construcción
en que dicho verbo esté en plural o segunda o tercera personas, es impropia.
Son, por consiguiente, defectuosas las siguientes formas: “Seguramente habrán
muchas personas”; “Durante la manifestación hubieron cincuenta detenidos”;
“Habrían muchos interesados en eso”… La forma del verbo “haber” en esos casos debe
ser “habrá”, “hubo”, “habría”: “Seguramente habrá muchas personas”; “Durante la
manifestación hubo cincuenta detenidos”; “Habría muchos interesados en eso”.
En el caso específico de “habemos”, es
importante tener presente que nada tiene que ver con existencia. Predomina la
tendencia a utilizarlo cuando el que habla quiere o debe incluirse entre las
personas a que se hace referencia. Para resolver el problema, debe usarse el
giro adecuado según la intención de quien habla, en virtud de eludir el
“indeseable habemos”: somos, existimos, estamos o hay, con las que se
construyen expresiones como: “Hay muchas personas interesadas”; “Somos muchos los
afectados”; “Estamos muchos preparados”; “En Guanarito hay bastante comunicadores
sociales, yo entre ellos”…
De modo que no hay razones para que las
personas a las que siempre se las ha tenido como poseedoras de un alto nivel de
preparación, sigan incurriendo en el dislate de usar la forma “habemos” como
sinónimo de existencia. Es necesario aclarar que “haber” en latín significa
tener. De hecho, en las cajas de ahorro y en las entidades bancarias se le
llama haberes al dinero con el que el ahorrista cuenta en determinados momentos.
También, cuando en el Vaticano ocurre la elección de un nuevo papa, es anunciado
con la frase “habemus papa”, es decir, tenemos papa.
Ahora, cuando el verbo “haber” cumple
funciones de auxiliar para formar los
tiempos compuestos de todos los verbos, sí se puede usar en todas sus formas:
“Habrán salido tarde”; “Cuando hubieron llegado”; “Habrán visto un fantasma”... Pero “habemos”
no se emplea, pues la forma usual de “haber” en primera persona del plural es
“hemos”: “Hemos llegado tarde por el cierre de algunas vías.
@nuestroidioma65
nuestroidiomas65.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario