La coma de vocativo y la acentuación (y III)
La
coma de vocativo y la acentuación (y III)
Culmina esta serie de tres artículos
dedicados a la coma del vocativo y a la acentuación, y espero que los ejemplos mostrados hayan sido
asimilados en función de disipar las dudas. La coma es uno de los signos de
puntuación más difíciles de manejar, a pesar de que existen reglas que pueden
ser muy útiles. Muchos escritos se tornan incompresibles por el uso inadecuado
o por la omisión de este importante signo. Se sabe que debe usarse para separar
miembros de una enumeración, siempre que no estén precedidos por las
conjunciones y, e, o, u:
“El nuevo director es estudioso, educado y de buena familia”; “Toda su familia
fue a recibirlo: padres, hermanos, primos, sobrinos, etc.”; “¿Qué deseas: té,
café o un refresco?”. Sin embargo, sobre todo en las redes sociales, se ha
impuesto la mala costumbre de no usarlo, o en el peor de los casos, de emplear el
inadecuado: casa. carro. bicicleta. dinero. Y aunque el procesador de palabras
del ordenador (computadora) lo subraye en rojo, en verde o en azul, muchos no
saben cuál es la utilidad de esas advertencias.
En estos tres artículos he sido
reiterativo en el enunciado y en los
ejemplos de la coma del vocativo, pues es uno de los casos en los que más se incurre
en impropiedad. El vocativo, lo repito
una vez más, es la palabra o las palabras que se usan para invocar, llamar o
nombrar a una persona o cosa personificada: “Rosa, ¿quieres ir al cine esta
tarde?”; “Quiero que sepas, amigo, que ya resolví el asunto que estaba
pendiente”; “¡Felicidades, mi señora!”. Puede ir al principio (Rosa), en medio
(amigo) o al final (mi señora).
Agotado el asunto de la coma del vocativo, cierro
esta exposición con un repaso sobre la acentuación de los monosílabos, habida
cuenta del desconocimiento que se evidencia en diversos sectores de la
sociedad, incluidos el de educadores y el de los profesionales de la comunicación
social, que por el rol que desempeñan, deberían ser ejemplos del buen decir.
La regla general para la colocación de la
tilde establece que los monosílabos no deben llevarla; pero exceptúa de ella a
los que cumplen doble función dentro de la oración. Existe el (artículo determinado masculino) y él (pronombre personal): “La solución está en el diálogo”; “En todo caso, él
tendrá que responder por los gastos. Sí (afirmación):
“Me dijo que sí para que me callara”;
Si (sustantivo, nota musical ): “La
pieza fu ejecutada en si menor”. Si (conjunción):
“De regreso, si me da tiempo, pasaré por tu casa”; Sí (pronombre personal): “Le costó mucho volver en sí”. Te (pronombre personal): “Te
llamaré después del almuerzo”. Té
(infusión): “En casa no acostumbramos tomar té. Se (pronombre
personal): “Se despidió como las
cinco”. Sé (del verbo saber): “De eso
no sé nada”. Mi (determinante posesivo): “La fiesta se realizó en mi casa”. Mi (sustantivo, nota musical): “La tercera nota de la escala
musical es mi”. Mí (pronombre personal): “A mí
que me registren”. De
(preposición): “El examen final será el fin de semana”. Dé (del verbo
dar): “Dile que te dé la dirección
exacta”. Tu (determinante posesivo):
“Cuando llegó la energía eléctrica, ya estaba lejos de tu casa”. Tú (pronombre personal): “Tú eres el más indicado”. Más (adverbio de cantidad): “Debes
esforzarte más”. Más (comparativo): “José es el más alto de la clase”. Mas (conjunción): “Hizo grandes
esfuerzos, mas no logró conquistarla”. En este caso equivale a pero.
La palabra aún lleva tilde cuando sustituye a todavía: “No ha llegado aún”;
“Aún hay tiempo de rectificar” (valor temporal). También la lleva cuando tiene
valor ponderativo, es decir, delante de más,
menos o cualquier comparativo
sintético: “Ella sabe aún más que
yo”; “Pedro es aún mejor que
Vicente”; “Juan es más complicado aún
que ella”; “Es mejor aún de lo que
esperaba”. No lleva tilde cuando tiene valor de incluso, hasta, aunque, ni siquiera: “Me
casaré con ella aun (aunque)
cuando sus padres no me quieran”; “Un león puede pesar ciento cincuenta kilos,
y aun (hasta, incluso) doscientos
o más; “Dices que no puedes pagarme lo que me debes, ni aun (ni siquiera) una parte?
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
Estas en lo cierto hermano análisis profundo aún nos faltan muchas cosas que corregir este casó él presidente está apegado al principio dé legalidad pará un nuevo período,el pueblo así lo decidió a través dé la Asamblea constituyente.
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