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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Concordemos, otra vez

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Concordemos, otra vez      Muchas de las impropiedades en las que se incurre al escribir, tienen su origen en el desconocimiento de algunas reglas básicas. Si alguien no está en capacidad de reconocer las palabras por la índole de la entonación (agudas, graves, esdrújulas o sobresdrújulas);  de usar con relativa facilidad los signos de puntuación y los monosílabos, con seguridad tendrá dificultades para expresarse por escrito. Son elementos fundamentales para una redacción suficientemente clara. Es necesario además, saber qué función cumple cada palabra dentro de la oración, y para tal efecto es indispensable saber que existe una regla llamada concordancia, que sin ella escribiríamos al estilo Tarzán: “yo ser”, “tú estudiar”. De eso voy a hablarles hoy; pero antes debo admitir un error en el que incurrí la semana pasada, al referirme a los extranjerismos innecesarios en televisión.      En dos de los párrafos, y al querer escribir “pay per view”, que es algo así como pago por

Extranjerismos innecesarios en el mundo televisivo

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Extranjerismos innecesarios en el mundo televisivo      La Real Academia Española y la Fundación del Español Urgente (Fundéu)  aconsejan e, incluso, ruegan encarecidamente, el uso moderado de extranjerismos. Nos recuerdan que existe ya un importante número de términos castellanizados, con lo que el uso de los extranjerismos crudos (tal como se escriben en otro idioma del que se toman) resulta innecesario y aun   incorrecto en muchas ocasiones. Los medios informativos tienden a emplear de forma innecesaria palabras y expresiones extranjeras relacionadas con programas de televisión, series y películas, lo cual hace que en muchos casos algunos prefieran las palabras provenientes de otro idioma, especialmente del inglés, en desprecio de las del  nuestro. Varias veces me he referido a ese tema en esta columna, y siempre he reiterado que los extranjerismos no pueden ser condenados por el simple hecho de serlos, pues a veces son necesarios; pero emplearlos con la intención de desplazar

Para los redactores de sucesos

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Para los redactores de sucesos       En una ocasión, hace ya varios años, una licenciada en Comunicación Social, compañera de labores en un medio impreso de Portuguesa, me cuestionó el uso de un término empleado en una nota sobre la detención de una persona por parte de la Policía de Guanarito. El argumento no me convenció, mas lo acepté hasta indagar sobre el asunto, y para tal efecto pulsé la opinión de varios periodistas especialistas en la fuente de sucesos, además de las de juristas consustanciados con el argot policial y con facilidad en el manejo del lenguaje. Me satisfizo saber que lo había utilizado de forma apropiada. Es un típico error en el que frecuentemente incurren muchos redactores, y para justificarlo, afirman que así se lo enseñaron en la universidad.      Hoy les hablaré de sobre algunos términos y expresiones utilizadas en la redacción de sucesos, habida cuenta del mal empleo en el que frecuentemente incurren algunos redactores. Hace poco conversé por teléf