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Mostrando entradas de agosto, 2014

¿Extranjerismos o imitación servil?

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¿extranjerismos o imitación servil?       Para los que creemos en Dios nos es fácil saber dónde está el origen de los idiomas  hablados en todo el mundo, pues si revisamos el capítulo 11 del Génesis, nos encontraremos con la Torre de Babel, episodio en el que se narra la osadía de varios  hombres,  de armar una estructura para llegar  al cielo, y cómo el Creador les confundió  el habla  para que abandonaran  su propósito.  “He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora pues, descendamos y confundamos allí su  lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero”, dijo Jehová  (Génesis  11: 5-6).        Es fácil colegir que, luego de que el Ser Supremo los esparció sobre la faz de la tierra, surgieron los idiomas que  hoy día hablamos, los cuales han subsistido con el intercambio de vocablos entre estos, que los entendidos en la materia llaman extranjerismos o préstamo

Respuesta para un asiduo lector

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respuesta para un asiduo lector      Tal como lo anuncié la semana pasada, hoy hablaré sobre el mal uso de la secuencia   “de” más “que”,   en respuesta a una consulta del lector José Rodríguez, quien amablemente me solicitó que le aclarara el asunto. Habitualmente, respondo   las misivas   que me hacen llegar   a la dirección de correo electrónico que aparece al pie de este este escrito, pues la mayoría son   interesantes inquietudes sobre el ámbito lingüístico que me facilitan el trabajo de selección semanal del tema. Es justo destacar la   preocupación   que se ha despertado por las cuestiones del lenguaje, sobre todo en personas que lo utilizan como herramienta básica de trabajo, aunque lamentablemente subsiste un grupo en el área   de la   Comunicación Social   que no ha entendido que   las palabras bien empleadas, son la   materia prima de todo el que se precie de ser comunicador. Si alguien, por ejemplo, pretende ser comunicador social y escribe “alluda”, “semento”,

Respuesta para un asiduo lector

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respuesta para un asiduo lector       Tal como lo anuncié la semana pasada, hoy hablaré sobre el mal uso de la secuencia   “de” más “que”,   en respuesta a una consulta del lector José Rodríguez, quien amablemente me solicitó que le aclarara el asunto. Habitualmente, respondo   las misivas   que me hacen llegar   a la dirección de correo electrónico que aparece al pie de este este escrito, pues la mayoría son   interesantes inquietudes sobre el ámbito lingüístico que me facilitan el trabajo de selección semanal del tema. Es justo destacar la   preocupación   que se ha despertado por las cuestiones del lenguaje, sobre todo en personas que lo utilizan como herramienta básica de trabajo, aunque lamentablemente subsiste un grupo en el área   de la   Comunicación Social   que no ha entendido que   las palabras bien empleadas, son la   materia prima de todo el que se precie de ser comunicador. Si alguien, por ejemplo, pretende ser comunicador social y escribe “alluda”, “sement

Porqué, por qué, porque y por que

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porqué, por qué, porque y por que        Pese a que la mayoría de los textos ofrecen información clara y precisa, a muchos   redactores se les dificulta el buen   uso de algunos elementos de la escritura, como pronombres relativos, demostrativos, la interrogación, exclamación y otras, sin las que la misma no tendría sentido. Caso particular son las formas   que se emplean para preguntar, responder y exclamar. Es por eso que a veces es difícil saber cuándo preguntan o cuándo responden, y ni hablar de la exclamación.   Hoy mostraré la diferencia entre porqué, por qué, porque y por que; pero antes acuso recibo de una interesante inquietud de José Rodríguez respecto del dequeísmo y “deber de”. El primero de los nombrados merece un comentario aparte, por lo que en el venidero artículo trataré de satisfacer la petición de este amable corresponsal, a quien le agradezco los comentarios elogiosos para esta columna. El verbo deber más   infinitivo expresa obligación y “ deber de” más

Altas y bajas (y II)

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altas y bajas (y II)      Antes de iniciar este artículo con el que concluye la serie  sobre el uso de mayúsculas y minúsculas, aclaro la diferencia entre alimentario y alimenticio, a propósito de un comercial que actualmente es difundido por el canal Venevision Plus, en el que se muestran cocinas y “todo lo relacionado con la industria alimenticia”. Sin dudas que el redactor del texto no tiene clara la diferencia entre alimenticio y alimentario, pues de saberlo, no habría incurrido en tal impropiedad. Alimenticio es lo que alimenta o tiene la propiedad de alimentar; en tanto que alimentario es lo relativo a la alimentación. La forma propia es industria alimentaria, pues esta no alimenta, sino que provee los elementos para la alimentación.  El mismo criterio es aplicable a bono alimentario, que estuvo en vigencia durante el mandato de Luis Herrera Campíns. Muchos lo llamaban “alimenticio”, lo cual es un error, dado que el bono tampoco  alimenta; pero facilita los medios para la al