Porqué, por qué, porque y por que
porqué, por qué, porque y por que
Pese a que la mayoría de los textos ofrecen
información clara y precisa, a muchos
redactores se les dificulta el buen uso de algunos elementos de la escritura, como
pronombres relativos, demostrativos, la interrogación, exclamación y otras, sin
las que la misma no tendría sentido. Caso particular son las formas que se emplean para preguntar, responder y
exclamar. Es por eso que a veces es difícil saber cuándo preguntan o cuándo
responden, y ni hablar de la exclamación. Hoy mostraré la diferencia entre porqué, por
qué, porque y por que; pero antes acuso recibo de una interesante inquietud de José
Rodríguez respecto del dequeísmo y “deber de”. El primero de los nombrados
merece un comentario aparte, por lo que en el venidero artículo trataré de
satisfacer la petición de este amable corresponsal, a quien le agradezco los
comentarios elogiosos para esta columna. El verbo deber más infinitivo expresa obligación y “deber
de” más infinitivo, indica suposición o
probabilidad. Aprovecho la ocasión para anunciar
una vez más la realización de un taller
de ortografía y redacción los días 20 y 21 de setiembre de este año en Guanarito, dirigido a estudiantes de educación
media, universitaria, profesionales y a
todo el que lo desee. Los interesados podrán
recibir mayor información por el
04143528938.
La Rae indica
que porqué es un sustantivo masculino que equivale a causa, motivo o razón. Se
escribe con tilde por ser palabra aguda terminada en vocal y se usa normalmente
precedido de artículo u otro determinante: “No comprendo el porqué de tu
actitud (la razón de tu actitud)”; “Todo
tiene su porqué (su causa o su motivo)”.
Puede usarse también en plural: “Hay que averiguar los porqués de ese cambio de
actitud”.
A la forma por
qué (separado), la docta institución la
define como la secuencia formada por la preposición “por” y el interrogativo o
exclamativo “qué”. Se emplea en oraciones interrogativas y exclamativas
directas e indirectas: “¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?”; “No comprendo
por qué te pones así”; “¡Por qué calles más bonitas pasamos!”.
Luego está
porque, que es una conjunción átona, y
por tal razón se escribe sin tilde.
Puede usarse con dos valores: como conjunción causal, para introducir oraciones
subordinadas que expresan causa y que pueda sustituirse por locuciones de valor
asimismo causal, como “puesto que” o “ya que”: “No fui a la fiesta porque no
tenía ganas (ya que no tenía ganas)”; “La ocupación no es total, porque quedan
todavía plazas libres (puesto que quedan
todavía plazas libres”. Se emplea para responder: “¿Por qué no viniste?” “Porque
no tenía ganas”.
Y por que
(en dos palabras y sin tilde), es la secuencia
de la preposición “por” más el pronombre relativo “que”. En este caso es
más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que): “Este
es el motivo por (el) que te llamé”; “Los premios por (los) que competían no
resultaban muy atractivos”; “No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo
eso”. También es usada en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen
un complemento introducido por la preposición “por” y llevan además una oración
subordinada introducida por la conjunción “que”: “Al final optaron por que no
se presentase”; “Están ansiosos por que empecemos a
trabajar en el proyecto”; “Nos confesó su preocupación por que los niños
pudieran enfermar”.
A todas
estas, las formas que más confusión ocasionan, son la interrogativa y la que
sirve para responder. Se debe tener presente que se pregunta con “¿Por qué?”
(en dos palabras y con tilde en la e), y se responde con “porque”. En español la interrogación se marca con los
dos signos (¿?), y no como en inglés,
que se usa solo el de cierre (?). Igual criterio se aplica para la exclamación.
@nuestroidioma65
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