varias dudas ( II)


        En  este artículo   se repasará  el uso del verbo conllevar, habrá  una exposición sobre la expresión “ropa casual”, muy común en la publicidad comercial,  y  un  esbozo del uso de algunas letras mayúsculas y  minúsculas, con énfasis en el lenguaje periodístico, en virtud de contribuir con erradicar o por lo menos minimizar las dudas que al respecto se tienen. Ya el cometido se ha cumplido, pues he recibido comunicaciones en las que muchos lectores y lectoras han  agradecido el aporte brindado en estas entregas dedicadas a problemas recurrentes en la redacción  periodística y en otras áreas en  que el lenguaje es fundamental. Me complace saber  que a la luz de algunas observaciones vertidas en esta columna, muchos han sido los errores que han desaparecido.       
         El problema en cuanto al uso inadecuado de conllevar, está en el hecho de que la mayoría de los redactores lo confunden con llevar. De acuerdo con lo establecido en el Drae y  en otros diccionarios de gran prestigio, conllevar es:Sufrir, soportar las impertinencias o el genio de alguien.  // 2.  Sufrir otra cosa adversa y penosa. // 3. Implicar, suponer, acarrear. // 4. Contener, comprender, abarcar. // 5.  Ayudar a alguien a llevar los trabajos”. Como ven, por ningún lado está la noción  de llevar, conducir o guiar a algún lugar, real o imaginario, como sí está en llevar. Conllevar no indica consecuencia, sino característica, propiedad, condición. Por eso no habrá de escribirse con la preposición “a”. Es  incorrecto  por tanto: “El incumplimiento de la norma conlleva al cierre del establecimiento” o “No estudiar el tema con cuidado, conlleva a conclusiones erróneas”. En ambos casos conllevar está mal utilizado, pues debió ser: “El incumplimiento de la norma lleva (guía/conduce) al cierre del establecimiento” y “No estudiar el tema conduce (lleva/guía) a conclusiones erróneas”. La diferencia entre los dos ejemplos está en  que en el primero, la noción de conducir o llevar a algún sitio, está expresada con la contracción gramatical “al”, pero para los efectos es la misma cosa. 
        Es imposible no escuchar en cuñas radiales y en promociones por otros medios, la expresión “ropa casual”, para aludir y anunciar el tipo de vestimenta que es contrario a lo formal. Casual es algo que sucede por casualidad, y  a su vez  casualidad  significa “combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar”. Ahora bien, casual nada tiene que ver con la idea de informal. No tiene sentido, entonces, escribir “ropa casual”, por ropa de diario o no elegante.  Alguien puede usar jeans y suéter y por ende viste informalmente, que es lo contrario de formal; pero no podrá decirse que viste casualmente, a menos que en ocasiones especiales se vista, y en  el resto del tiempo viva desnudo o desnuda. Ropa casual es por tanto, una frivolidad y una ridiculez que todo el que se precie de ser comunicador social, debe evitar.
          Persiste la confusión en cuanto al uso de algunas letras mayúsculas en palabras como iglesia/Iglesia, revolución/Revolución, presidente/Presidente, etc. En el  primer caso se debe escribir con mayúscula cuando se refiere al conjunto de personas que se dedican al culto religioso, y con minúscula cuando sea  el espacio físico donde se ora o se reza. En el segundo caso, cuando se escribe el nombre completo de una revolución, se escribe con minúscula: la revolución mexicana, la revolución francesa, la revolución venezolana; pero en referencias posteriores solo se menciona la palabra revolución y se tiene claro qué revolución es, entonces se consignará  con mayúscula: “Hugo Chávez sigue siendo el gran lider de la Revolución”. No es el caso de referencias genéricas, en las que irá en minúscula: “Solo en revolución es posible la igualdad”.
         En cuanto a la  palabra presidente y otros títulos, las reglas sugieren que deben ir en minúscula  cuando acompañan al nombre: “El presidente Díaz, el licenciado Ruíz, el alcalde Colmenares, el director Soto, etc. Cuando se emplea el título a modo de pronombre, se escribirá con mayúscula: “El Presidente llegó con todo el gabinete”; “El Director aún no ha tomado la decisión”; “El Alcalde inspeccionó el lugar del desastre”; “En la tarde será la junta con el Secretario”. Con los nombres de puestos que no sean propiamente títulos, se usará la inicial minúscula: “El comisionado entregará su reporte mañana”; “Al inspector no le gustó la actitud del fiscal”; y “El facilitador sí vendrá esta tarde”. Concluirá esta serie con más ejemplos sobre mayúsculas y minúsculas, con palabras  y expresiones que contienen errores gramaticales,   y se abordará nuevamente el tema de “aperturar”, a propósito de su uso frecuente en el diarismo. 

         
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