Otras palabras (yII)



otras palabras (y II)

         Concluye esta serie  contentiva de palabras y expresiones que por lo general se las usa con un significado diferente del que tienen. El lunes pasado les hablé de automotor con su correspondiente femenino, de  catástrofe o crisis  humanitaria, sufragar el voto,  futuro alcalde y de  comicios electorales, para lo cual di una explicación sencilla con ejemplos que debieron servir para disipar las dudas. Hoy analizaré los vocablos confiscación, decomiso, expropiación, incautación, detentar, discrepar, ecología, electo, elegido y semoviente. Acuso recibo de la petición de un lector sobre las formas  “sino” y “si no”; pero  por razones de espacio, me referiré al tema en otra ocasión, no sin antes advertir que lo he tocado en varias oportunidades. Dada su importancia y la cantidad de dudas que existen al respecto, dedicaré un nuevo comentario. Una vez más les recuerdo a los lectores, que a esta
columna pueden acceder por twitter y blog spot, amén de que podrán recibirla en su buzón de correo electrónico con tan solo manifestarlo mediante una solicitud a la dirección que aparece al pie de este escrito.  
    Antes de entrar en materia debo agradecer sendas comunicaciones de los colegas Guillermo González y Norberto Pérez León, en las que expresan respecto y admiración por este trabajo de divulgación, que lo hago también con mucho respeto, siempre bajo la óptica de un aficionado del buen decir y de no de un  catedrático, pues no lo soy ni pretendo serlo.       Por cierto, Pérez  León me remitió  un material titulado “Gramática para Ignorantas e Ignorantos”, que no es más que una forma jocosa de aludir a lo que se ha puesto de moda   para nombrar el género y sexo femeninos. El contenido original del aludido texto, al que ya me  he referido en esta columna, es un análisis excesivamente purista que cuestiona el uso de la palabra presidenta, y que seguro estoy que, quien  lo escribió, tenía  bastante tiempo que  sin revisar el Drae.                          
         El asunto  de las palabras por analizar, es menos complicado  de lo que pudieran imaginarlo, pues confiscación es la apropiación por parte del Estado de un bien cuyo propietario cometió alguna falta o delito. Decomiso es la apropiación por parte de este, de mercancías procedentes del contrabando. Expropiación es la apropiación por parte de la nación,  de un bien, por razones de interés general y mediante el pago de una indemnización; mientras  que incautación es el acto de hacerse cargo una autoridad, generalmente judicial, de un bien determinado, de manera provisoria. También se puede utilizar para referirse en forma general a la apropiación de bienes por la coacción o la fuerza. Como habrán podido notar, cada uno de estos vocablos, muy usados  en crónicas de sucesos, no dan  motivo  para emplearlos de forma inadecuada.
          Algo parecido ocurre con  detentar, discrepar, ecología y electo y elegido. Es menester aclarar las dudas en virtud de procurar el uso adecuado. Detentar, para los que no la usan con propiedad,  significa retener alguien lo que manifiestamente no le pertenece. Es, pues incorrecto afirmar que fulano detenta la plusmarca mundial de...", a menos que es fulano haya hecho trampa.  En cuanto a discrepar, se discrepa de y no con alguien.  Con respecto a  ecología, es necesario  indicar que es el estudio de las relaciones de los seres vivos entre sí y con su medio ambiente. La ecología no es el propio medio ambiente. La expresión “defensa de la ecología” es, pues, incorrecta, a menos que se hable de defender esa disciplina. Y electo y elegido, aunque tienen raíz común,   sus  usos son ligeramente diferentes. Electo se usa en la forma activa, como adjetivo, mientras que en la forma pasiva debe preferirse elegido. Ejemplo: “Han elegido a Juan  como presidente”; “Él es el presidente electo”.
                   En cuanto a semoviente, su uso se ha vuelto común, sobre todo en el lenguaje que emplean algunos funcionarios, que no han caído en cuenta que de la manera en que lo usan, incurren en una impropiedad que vale la pena analizar para corregir el despropósito. Muchos  hablan de tres mil   semovientes, por ejemplo, para referirse a la cantidad de reses que pudieran estar en un lugar, lo que hace colegir que  piensan que semovientes y reses son sinónimos, lo cual no es cierto. Semovientes es lo que  se  mueve por sí mismo, y en el caso de este análisis, es  animal de granja, como  mulas, vacas y ovejas y nada más.
@nuestroidioma65

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