El verbo aplicar

el verbo aplicar (I)


           En los casi diecinueve años de esta columna (se cumplirán 12 de noviembre)se han  abordado muchísimos casos sobre impropiedades lingüísticas, lo cual me ha permitido forjarme un criterio sólido sobre el origen de los mismos y de cómo  suprimirlos. He hablado de simples problemas de acentuación y puntuación, hasta complicados asuntos de morfosintaxis, siempre bajo la óptica de un aficionado del buen decir,  con la intención de aclarar dudas y no de dictar cátedra. Muchos de estos han sido mostrados varias veces, bien por petición de lectores, o por su aparición reiterada en los medios de comunicación, pues estoy  en la obligación moral de señalarlos e indicar la solución,  a riesgo de que no sea acatada la recomendación. Sin embargo, los errores son siempre los mismos: faltas de acentuación, de puntación, de  concordancia y uso de palabras con significado diferente del que tienen. Todos esos temas han sido abordados con suficiente claridad y sencillez; pero hay todavía una considerable cantidad de personas (profesionales universitarios)que aunque se les explique con los más sofisticados recursos, no entienden, y de paso se ponen bravos cuando alguien les hace cualquier observación, pues alegan que nadie que no sea profesional como ellos, podrá enmendarles la plana. ¡Habrase visto! Hoy voy a hablarles una vez más sobre el mal uso del verbo aplicar, muy común en el lenguaje periodístico y en publicidad, no sin antes recordarles  que quienes deseen formar parte del grupo de lectores de Nuestro Idioma, solo deben manifestarlo mediante un mensaje a las direcciones que aparecen al pie de este escrito.
         Por influencia del verbo inglés to apply,  han surgido  expresiones como: “Voy a aplicar a muchas universidades" o  "Pedro aplicó a un trabajo en una petrolera".Este fenómeno, según la acertada opinión del profesor Alexis Márquez Rodríguez, comenzó a ser frecuente en Venezuela a raíz de la implementación de Plande Becas Gran Mariscal de Ayacucho, cuya planilla de solicitud estaba en inglés, por lo que el solicitante se convertía automáticamente en applicants y cada solicitud era una application. Usadas de esa manera, las palabras aplicar y aplicación, constituyen lo que se conoce como un anglicismo superfluo,  y en tal sentido  debemos evitarlas  y usar las formas propias de nuestra lengua. Hay quienes lo hacen por ignorancia; pero hay los las usan  por imitación servil del inglés, lo cual –a mi juicio-, es más grave aun.
          No se trata de  rechazar expresiones extranjeras por el mero hecho de serlas, sino de evitar usos inadecuados que denuncian nuestra ignorancia. Muchas veces las voces procedentes de otros idiomas son necesarias, sobre todo cuando no existe el término para describir una acción; pero  en otras no, y es lo que se conoce colonialismo lingüístico. No es aceptable que alguien, por dárselas de refinado o refinada, diga carwash en vez de autolavado. Es simplementeuna ridiculez. Y no es que esté en contra de los extranjerismos, sino de la imitación burda y servil del inglés. Existen neologismos como faxear y chatear, que fueron adoptados en virtud de que no había en nuestra lengua los vocablos  para expresar la acción de enviar un fax o de comunicarse a través de medios electrónicos con mensajes instantáneos; pero eso es otra cosa. Por cierto, chatear aparecerá en una versión revisada del Drae, prevista para 2014.
Las expresiones españolas que mejor traducen las palabras inglesas apply y application son los verbos solicitar, presentar (se), postular (se); y los nombres solicitud, formulario de ingreso y candidatura.Por esoes recomendable escribir o expresar:"Me voy a presentar a muchas universidades"; "Me voy a postular a muchas universidades"; "Pedro solicitó un trabajo en una petrolera"; "Pedro se postuló para un trabajo en una petrolera"; "Estoy muy ocupado llenando las solicitudes (o los formularios) de ingreso a las universidades" y "Para este trabajo puedes llenar una solicitud en línea".
          Aplicar, entre otras cosas, es: “Poner una cosa sobre otra o en contacto con ella: ‘Tengo que aplicar dos capas más de pintura a esa pared’; ‘Me aplicaron dos inyecciones esta mañana’.Emplear, administrar o poner en práctica un conocimiento, medida o principio, a fin de obtener un determinado efecto o rendimiento en alguien o algo: ‘Nuestros dirigentes suelen aplicar modelos económicos extranjeros a los mercados nacionales’.Asignar un nombre, calificativo, cualidad, a alguien o a algo: ‘Por su habladera  constante, le aplicaron el apodo de cotorra’.  Poner esmero, diligencia y cuidado en ejecutar algo, especialmente en estudiar: "Si quieres pasar la materia, tienes que aplicarte más”. En la próxima entrega hablaremos de “ciertas condiciones aplican”, muy común en radio televisión, y que es quizás el colmo del servilismo lingüístico, al tiempo que mostraré otros usos correctos del referido verbo.
@nuestroidioma65



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