Conllevar no es llevar
El sábado 1 de los corrientes tuve la
oportunidad de conocer al profesor Ángel Morillo, comunicador social y docente
de la cátedra de Redacción y Estilo Periodístico de la Universidad Cecilio
Acosta, Centro Local de Apoyo Barquisimeto, a propósito del comienzo un nuevo
semestre. Mantuvimos una polémica
sana, analizada con mis compañeros de clases, sobre el uso inadecuado del verbo conllevar,
muy arraigado en los medios de difusión y por supuesto en el habla cotidiana.
Con mucho respecto le hice la observación en cuanto a que en el enunciado de
una de las tareas que debemos cumplir en este lapso y que aparece en la plataforma tecnológica de
la nombrada casa de estudios superiores,
el mencionado verbo está empleado de forma incorrecta, por lo que le di mis
argumentos, basado en la definición que registra el Drae.
Mi explicación al parecer no lo
convenció, y quizás algunos de mis
condiscípulos no la hayan asimilado, por lo que una vez más voy a hablar de las formas propias
en las que se debe usar y los casos de error, habida cuenta de la alta
frecuencia con que aparece en los medios, por lo general de manera inadecuada.
El mal uso de conllevar, los verbos en
gerundio inadecuado y el uso inapropiado de mayúsculas y minúsculas son –a mi entender-, los defectos más comunes
en los medios de comunicación, con el agravante que, quienes incurren en ellos,
son personas a que las que siempre se las ha tenido como poseedoras de un gran
dominio de la ortografía y demás asuntos lingüísticos. Unos han adquirido
dominio del asunto, pero en cambio otros dan un paso hacia adelante y dos hacia
atrás. Nunca estará demás volver sobre
ellos de cuando en cuando.
Sin dudas se incurre en mal uso del verbo
conllevar al darle un uso que no tiene. Conllevar, aunque tenga un parecido
fonético y gráfico con “llevar”, no es sinónimo de este. Está compuesto por el
prefijo “con” y el verbo “llevar”, y significa llevar con. Es usado en
expresiones en las que es preciso señalar que algo es igualmente proporcional a
otra cosa, como cuando decimos, por ejemplo: “El aumento del precio del pasaje
conlleva el peligro de un explosión
social”, “La liberación de precios conlleva el riesgo de la especulación”; “La
devaluación de la moneda conlleva graves
consecuencias”. El problema está cuando se le atribuye un valor semántico que no tiene, como conducir, llevar, guiar, etc, que sugieren el
empleo de la preposición “a” y en muchos casos la contracción
gramatical “al”.
Según el diccionario académico,
conllevar es llevar consigo, lo que equivale a que una cosa sea igualmente proporcional a otra, vaya
aparejada o que suceda como consecuencia de la otra de forma inmediata o con
una posteridad casi inmediata. En tal
sentido, las expresiones “El aumento del precio del pasaje conlleva al peligro
de una explosión social”; “La liberación de precios conlleva al riesgo de la
especulación”; y “La devaluación de la moneda conlleva a grandes consecuencias”,
sencillamente están viciadas y deberían evitarse, en función de usar el verbo
adecuado. Lo que se desea expresar en los ejemplos con “conllevar” sin la
preposición “a”, es que, si aumenta el precio del pasaje, si
liberan los precios y devalúan la moneda, habrá el peligro de una explosión
social, correremos el riesgo de la especulación y sufriremos grandes
consecuencias. Pero si queremos construir la oración de forma diferente, se
puede decir o escribir: “El aumento del precio del pasaje lleva al peligro de
una explosión social”; “La liberación de
precios conduce al riesgo de la especulación”;
y “La devaluación de la moneda lleva consigo grandes consecuencias”.
Los diaristas, locutores, columnistas,
articulistas y demás personas que emplean el lenguaje como elemento fundamental
en sus ocupaciones habituales, deben tener presente que conllevar no es
sinónimo de llevar, aunque se parezcan. Ojala a nadie, so pretexto de
innovación, se le ocurra escribir que “a
fulano de tal se lo conllevaron detenido” o que “la asamblea se conllevará a
cabo en el salón de usos múltiples”, pues sería el colmo del atrevimiento. Se
sabe y se entiende que el español es una lengua es dinámica y cambiante; pero
una cosa es la evolución y otra los vicios que se arraigan, con base en una
supuesta creación lingüística.
@nuestroidioma65
nuestroidiomablogspot.com
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