¡En el fútbol no se descuenta!
¡en
el fútbol no se descuenta!
El campeonato mundial Brasil 2014 está en
las postrimerías. Mañana comienza la etapa semifinal, con el encuentro entre Brasil y Alemania, que simbolizan una lucha
entre América y Europa; en tanto que el miércoles se toparán Argentina y Holanda en duelo entre dos eternos rivales, para definir
las oncenas que disputarán la final en el legendario estadio Maracaná de Río de
Janeiro, cuyo nombre oficial es Jornalista Mário Filho (periodista, en
español). Ha habido cosas dignas de resaltar, como las excelentes actuaciones
de Colombia y Costa Rica, que con dignidad y orgullo enfrentaron a dos grandes del
balompié, como la conocida “canarinha” y
la “naranja mecánica”. La decepción, como lo dije en una entrega anterior, la
representó España, que siendo la campeona de la pasada cita, de la Eurocopa, integrada por jugadores
muy cotizados y precedida de gran expectativa, sucumbió de una manera
sorprendente. Les aclaro que MARIO es una palabra llana, que en portugués lleva
tilde, no así en español, por si acaso.
Los amantes del fútbol hemos disfrutado de
un gran torneo y nos hemos deleitado con la narración y comentarios de grandes
maestros, como Manolo Dávila, Fernando Arreaza, Leopoldo Salazar, Carlos
Horacio Moreno, Eduardo Saragó y Richard
Páez, que en mi opinión, son los mejores, pues el resto, tanto de Venevision
como de Meridiano, no convencen ni animan, como dijera mi hijo Marcos David. Saragó y Páez, como es bien sabido, no son
comentaristas de oficio, pero sí exitosos directores técnicos que por sus conocimientos actúan en calidad de invitados especiales y lo
hacen de manera muy amena. Hay otros que ni narran ni comentan, y son los que a cada rato dicen cosas que
denuncian su escaso conocimiento del oficio. Se les oye hablar del “tiempo de
descuento”, lo cual evidencia que ignoran que esa es una frase contradictoria,
que todo el que se precie de ser narrador y/o comentarista debería evitar, en
aras de llamar las cosas por su nombre.
Hace ya varios años, la Federación
Internacional de Fútbol Asociado (Fifa)
exhortó a la televisión, a la radio y todos los que de una u otra forma
están ligados con el balompié mundial, a que excluyeran de su vocabulario la
expresión “tiempo de descuento”, utilizada por muchos para referirse
al que se añade en compensación del
que se pierde por situaciones que conllevan la paralización de un partido, como
faltas con lesiones, sustituciones o factores externos. Descuento en el fútbol
es un contrasentido, toda vez que no se
descuenta, sino se añade. La regla 7 establece que la duración de un partido será
de 90 minutos, dividida en dos períodos de 45 cada uno. Entonces, descontar
sería restarle tiempo, lo cual no es lo que ocurre. La confusión está
favorecida por la acepción 5 que del sustantivo descuento registra el Drae: “Período
de tiempo que, por interrupción de un partido u otra competición deportiva,
añade el árbitro al final del reglamentario para compensar el tiempo perdido”.
Aquí la docta institución incurre en una definición errada que tarde o temprano
deberá enmendar, o en el mejor de los casos eliminar, pues no compagina con lo
que realmente ocurre. Por donde se le mire, descuento no cuadra con la acción o
el efecto de recuperar el tiempo que se
pierde.
Otra forma impropia es “tiempo añadido”, dado que este es el
participio pasado del verbo añadir. No se podrá hablar de añadido cuando no se
ha consumado la acción. En todo caso será tiempo de reposición, tiempo
adicional o cualquier expresión análoga. De hecho, durante la celebración de
esta competencia mundial y las anteriores,
en cada partido aparece en pantalla el tiempo que el árbitro principal
añadirá, además de que el tercer asistente lo muestra en una pizarra
electrónica. Cosa diferente es decir o
escribir que la selección tal derrotó a su similar en tiempo añadido, pues es
una acción pasada. Pero hay más. Algunos narradores y comentaristas con pocos
conocimientos sobre las reglas, hablan del tiempo que adicionará el cuarto
árbitro, lo cual también es incorrecto, toda vez que esa es una atribución del
principal. El cuarto árbitro, que en mi opinión no es tal, contabiliza el tiempo perdido y se lo
comunica al hombre del silbato, para que
este aplique el tiempo de reposición.
En resumen, no se debe utilizar el término
descuento, ya que es una expresión que
no se ajusta a lo que realmente indica el significado literal de la palabra.
Por lo tanto, si algún narrador o comentarista tiene la intención de usar las
expresiones futbolísticas de manera
apropiada, sin imitar a nadie, deberá hablar de reposición o un sinónimo de esta palabra, que en ningún
caso es descuento.
@nuestroidioma65
nuestroidioma65.blogspot.com
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