Automotriz, automotor; cancerígeno, canceroso

Automotriz, automotor; cancerígeno, canceroso


     La semana pasada, al querer referirme al insecticida DDT, utilizado en el  combate contra la malaria (paludismo), incurrí en una impropiedad que debo aclarar en aras de evitar confusiones, y como demostración de que no tengo ningún problema para  admitir los errores. El primero en percatarse del yerro fue el profesor José Duque, docente de la Universidad de Carabobo, asiduo lector de esta columna y apasionado por las cuestiones lingüísticas. Sin querer, escribí DTT, lo cual no tiene sentido en el contexto en que lo empleé, pues la intención original  era DDT, siglas con las que se conoció en el pasado al  famoso veneno, cuyo nombre completo es  unos de los vocablos más largo del idioma español, que ha dado pie al chiste según el cual un señor de noventa años, al encontrase en una tienda de productos químicos, solicitó un kilogramo de diclorodifeniltricloroetano. El vendedor, luego de atenderlo, y antes de que este se marchara,  con mucha curiosidad le preguntó: “Maestro, ¿para usted no será más fácil decir DDT?”, y el abuelito, de forma muy cordial y atenta, le contestó: “Mire, mijo, lo que pasa es que tengo una memoria muy mala”.
     Hoy nuevamente les hablaré de automotriz, automotor, cancerígeno y canceroso, usadas de manera inapropiada en los medios de comunicación, sobre todo en el ámbito publicitario, en el que de cuando en cuando se cuela un dispararte.                              
     El adjetivo motriz y todos sus derivados: automotriz, sicomotriz, electromotriz y locomotriz, son formas femeninas, por lo que no es apropiado emplear expresiones como “sector automotriz” o “sistema motriz”. Es frecuente encontrar en los medios de comunicación oraciones como “El sistema motriz del Nissan LEAF es considerado como uno de los mejores”; “Récord histórico en el sector automotriz argentino” o “La segunda investigación para determinar el desarrollo sicomotriz, abarcará a unos trescientos niños”. En estos ejemplos, tomados de la Fundéu y parafraseados para adaptarlos al ámbito latinoamericano y venezolano, hay una forma impropia que conviene verificar en virtud de evitar malos usos.          
     La terminación “triz” es una forma femenina, de palabras que en masculino finalizan en “dor” o en “tor”: emperador, emperatriz; actor, actriz; generador, generatriz. Algunas de estas palabras tienen dos formas para el femenino: actora y actriz; generadora y generatriz; motora y motriz.
     Ahora bien, si motriz y las palabras compuestas con ese sufijo, como automotriz o sicomotriz, son femeninas, no es adecuado emplearlas para acompañar sustantivos masculinos, como sistema, sector o desarrollo. Así, en los ejemplos iniciales, lo recomendable habría sido escribir sistema motor, sector automotor y desarrollo sicomotor.
     Algo parecido ocurre con cancerígeno y canceroso, que muchos usan como si fuesen sinónimos. El primero indica que algo produce o favorece el cáncer; mientras que el segundo se refiere a lo perteneciente o relativo a esa enfermedad. Es frecuente el uso inapropiado de estos dos términos, como en los siguientes casos: “Algunos alimentos cotidianos son los que pueden estar causando un mayor desarrollo de las células cancerígenas” o “Presencia de sustancias cancerosas a partir del curado y cocción de la carne”.
     Durante la convalecencia del presidente Hugo Chávez, era frecuente el uso de ambos vocablos, generalmente de forma equivocada, con base en el desconocimiento, que inducía a locutores y periodistas, algunos “muy reputados”, a hablar de cancerígeno y canceroso, como si fuesen sinónimos, aunque tienen el mismo origen.           
      Cancerígeno o carcinógeno, alude a lo que produce o puede producir cáncer, tal como lo recoge el Diccionario de Términos Médicos. Por lo tanto, no es adecuado aplicarlo a aquello que no tenga esa propiedad, como una célula o un tumor, pues en ese caso lo apropiado es utilizar canceroso, que quiere decir “del cáncer o relacionado con él”.
    En razón de lo antes expuesto, lo adecuado habría sido escribir “Algunos alimentos cotidianos son los que pueden estar causando un mayor desarrollo de las células cancerosas” y “Presencia de sustancias cancerígenas/carcinógenas a partir del curado y cocción de la carne”.
dfigueroa64@gmail.com, @nuestroidioma65, nuestroidioma65.blogspot.com


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