¡Voy a aplicar a un trabajo!
¡Voy a aplicar a un trabajo!
Las impropiedades relacionadas con verbos
son muy pocas, pues por lo general son más comunes con las preposiciones y
otras partes de la oración. Sin embargo, hay algunas que son frecuentes, como
decir que tal o cual orden “emanó por la presidencia de la República”, o confundir
iniciar con comenzar, que aunque su significado es equivalente, su construcción
no. La más recurrente, sin dudas, es la del verbo aplicar, que se lo utiliza con un significado que no le
corresponde. En varias ocasiones me he referido al caso, y hoy una vez más vuelvo
sobre él, en virtud de disipar las dudas.
Antes de entrar en materia les informo que
no es cierto que la Real Academia Española haya registrado la validez de
expresiones como “Sube para arriba”; “Salte para afuera”, “Baja para abajo”; “Entra
para adentro”, etc. Es lo que se conoce como pleonasmo. La docta institución, hasta donde yo sé, mantiene el
criterio de que es un vicio que debe evitarse. Hago la aclaración en virtud de
que muchas personas aseguran que la Rae lo ratificó. Eso se lo oí hace varios
años a un ciudadano que es cantante y a veces se desempeña como animador de
espectáculos de música llanera. Ahora ha vuelto a aflorar el tema, y de allí la
pertinencia de esta breve acotación.
Lo del verbo aplicar se ha convertido en una especie de comodín, que ha dado origen
a expresiones como: “Fulano de Tal va a aplicar a una universidad”; “Las aplicaciones
deberán entregarse a más tardar el martes”; “Los egresados de la más reciente
promoción aplicaron a becas para estudiar en el exterior”, etc. En los tres ejemplos el
verbo aplicar está mal utilizado, y el error es favorecido por su similitud fonética
con el verbo “to apply”, que en
inglés es sinónimo de solicitar. Eso ha hecho que las solicitudes, por
desconocimiento y muchas veces por servilismo, se les llame aplicaciones: “Estoy
muy ocupado llenando las aplicaciones a
las universidades”; “Para este trabajo puedes llenar una aplicación en línea”. No se trata de
condenar palabras procedentes de otras lenguas, que en muchos casos pueden servir para nombrar
realidades nuevas para las que la propia lengua no dispone del término adecuado;
pero usarlas por mero prurito exhibicionista, es bastante lamentable. Caso
diferente es el de palabras como chat, chatear, blog, tuit, tuitear, que por necesidad expresiva se han
lexicalizado.
Aplicar significa poner una cosa sobre
otra o en contacto con ella: “Debo aplicar dos capas más de pintura a esa
pared”; “Me aplicaron dos
inyecciones esta mañana”. Emplear, administrar o poner en práctica un
conocimiento, medida o principio, a fin de obtener un determinado efecto o
rendimiento en alguien o algo: “Nuestros dirigentes suelen aplicar modelos económicos
extranjeros a los mercados nacionales”. Asignar un nombre, calificativo,
cualidad, a alguien o a algo: “Por su pereza constante le aplicaron el apodo de cuerpo
malo”. Poner esmero,
diligencia y cuidado en ejecutar algo, especialmente en estudiar: “Si quieres
pasar la materia tienes que aplicarte
más”.
En el lenguaje publicitario es frecuente leer u oír que “ciertas
condiciones aplican”, frase sin sentido,
usada en comerciales que muestran ofertas, sobre todo cuando las bondades no
benefician a todos los sectores de la población o existen aspectos que incluyen
a unos y excluyen a otros. Lo cierto del caso es que el error se ha arraigado
de tal modo, que hasta en los más prestigiosos medios de comunicación y
agencias de publicidad el despropósito se mantiene campante.
Con la entrada en vigencia de la nueva figura de la unidad tributaria,
denominada Ucau, ha comenzado a
hablarse de manera muy frecuente de que “no aplica para documentos”, con lo que
se pretenden significar que no incrementará el costo de la tributación por la
obtención de documentos, que por lo menos hasta diciembre estuvo en 300
bolívares. Para que la expresión nombrada en el párrafo anterior tuviera
sentido, tendría que llevar el verbo en forma pronominal: “Ciertas condiciones
se aplican”. Igual criterio cabe para el caso de la Ucau: “No se aplica para
documentos”, y aunque ambas formas están bien construidas, son ociosas, pues
hay muchas formas correctas de decirlo.
@nuestroidioma65
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